miércoles, 26 de junio de 2013

El calzado ideal. El Almería a Primera, y por muchos años!!

Ésta pasado sábado, pude asistir desde el campo (como cada fin de semana, ya que soy abonado desde hace bastantes años) al segundo ascenso a primera de la U.D. Almería, y tercero en la historia de un equipo almeriense, si tenemos en cuenta el logrado por la A.D. Almería en el año 1979, el año que nací yo, osea, hace 34 años ya...

Fue un día genial, con un gran ambiente desde primera hora, y con un campo a rebentar y entregado dese el primer minuto hasta el silbato final del árbitro, momento en el cual se produjo una invasión de campo que a mi parecer fue una gran cagada por pàrte de la hinchada local. Esa estupidez nos privó de ver la fiesta que había preparada y de la merecida 
vuelta de honor de los futbolistas, pero así somos aquí, pasionales e irreflexivos.






Por otro lado, he de dar las gracias a nuestro compañero Benjamín Casado, Podólogo en Toledo, por ésta estupenda compilación de las características que debería reunir un buen calzado.

Espero que os resulte interesante y toméis buena nota.


CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN CALZADO
El calzado ideal es el que se adapta a la morfología y la fisiología del pie, aportando protección y sujeción y permitiendo una correcta marcha.
Debe respetar la anatomía del pie, su longitud y anchura en todos los niveles (tobillo, empeine, dedos...).


Longitud

Se mide por tallas del calzado. La longitud debe ser la suficiente para permitir a los dedos estar estirados y tener espacio para moverse durante la marcha.
Fíjese que no siempre el dedo gordo es el más largo (pie egipcio), a veces el más largo es el segundo dedo (pie griego) o incluso el primer dedo (el dedo gordo) y el segundo tienen la misma longitud (pie cuadrado).


Anchura

La anchura del calzado de respetar el perímetro del pie a nivel de las articulaciones metatarsofalángicas (articulaciones de los dedos con la planta del pie).
La anchura se expresa por una letra ( de A a H) o por una cifra (del 1 al 11). La mayoría de los zapatos en serie tienen la anchura de (E, 5 ó 6), solo los zapatos terapéuticos presentan modelos con mayor anchura.


Flexibilidad

El calzado debe ser flexible a nivel de las articulaciones metatarsofalángicas, en cuanto al corte y la suela se refiere. Al someterlo a una flexión anteroposterior debe doblarse transversalmente y no enrollarse.


Sujeción

Un calzado sujeto al pie y con un contrafuerte resistente es imprescindible para aportar seguridad y estabilidad a la marcha.


Estabilidad

El calzado debe estar bien equilibrado de forma que al posarlo sobre una superficie plana, la suela se apoya sobre el tacón y la zona del apoyo metatarsal. Al ejercer una presión de arriba a abajo a altura del tacón la puntera del calzado no debe elevarse hacia arriba. Esto permite una buena estabilidad anteroposterior.
Para aportar una buena estabilidad lateral es conveniente una trasera cerrada con un firme contrafuerte o si el calzado es abierto por detrás que posea una tira posterior que le sujete.
El tacón es muy importante en la estabilidad; mirando el pie calzado por detrás, el ancho del talón, el de la plantilla y el del tacón en contacto con el suelo deberían ser iguales para proporcionar una base estable al talón. El tacón debe tener una altura intermedia de unos 2 a 4 centímetros, que no sea plano del todo para no sobrecargar el talón ni demasiado alto para no sobrecargar el antepie. Siempre entendiendo el tacón como la diferencia de altura entre el talón y el antepie, y no como la altura total del tacón.
Al intentar retorcer el calzado en su eje largo manteniendo la puntera fija y girando la trasera hacia dentro, no ha de ser ni fácil ni difícil. Esto mejorará la estabilidad y la progresión del paso.


Suela

Se recomienda una suela resistente y flexible para permitir la flexión del antepie. Esto lo podemos comprobar con el pie calzado, al levantar la trasera manteniendo firme la parte de delante sobre una superficie lisa (el suelo), el calzado se flexiona sin dificultad, doblándose por un eje oblicuo de delante hacia atrás y de dentro hacia afuera en la parte más ancha de la suela. Esto facilitará la impulsión durante la marcha y disminuirá la fatiga.
La suela es la superficie en contacto con el suelo, por lo que debe proporcionar, en seco y en mojado, tanto para evitar caídas en el momento de contacto inicial del pie con el suelo, como para permitir avanzar eficazmente en el momento de impulsión.
Los dibujos de la suela más adecuados son: * los tacos que sobresalen en muchas direcciones.
  • el perfil cuadrado bien definido
  • los canales para dispersión de contaminantes de profundidad suficiente
Se deben evitar:
  • los materiales duros y lisos en el tacón
  • los relieves largos y continuos
  • los orificios que actúen de futuros depósitos de contaminantes
  • los tacos en forma de cuña
  • los perfiles redondeados


La plantilla

La plantilla tiene una gran influencia en el confort térmico y mecánico, ya que determina las presiones de la planta del pie y se encarga de mantener la planta del pie libre de sudor.
Se recomienda elegir materiales blandos, en particular en la parte delantera de la plantilla, sobretodo en calzados de tacón y especialmente en mujeres mayores.
En calzado para personas mayores que tenga suela fina, es aconsejable una plantilla un poco más gruesa para mejorar el aislamiento y amortiguación de la planta de los pies.
Son preferibles las plantillas con perforaciones bajo los dedos y la bóveda y con recubrimiento rugoso y flexible, para que absorba el sudor manteniendo el pie seco y mejorando con ello el confort térmico.


El corte y el acabado del calzado

El confort térmico es muy importante porque condiciona la temperatura y humedad de los pies dentro del calzado.
Los forros interiores de materiales de lana o similares son muy calientes e ideales para andar en casa o en climas muy fríos. En cambio, los forros de materiales que absorben el sudor son mucho más frescos.
El material del corte del calzado debe ser lo más flexible y transpirable posible. Existen membranas técnicas transpirables que se utilizan en calzado de montaña que aportan muy buenas condiciones térmicas y de humedad.
Los diseños de calzado abotinado con la caña acolchada ajustándose sobre el tobillo son muy calientes porque reducen la circulación de aire.
El acabado del calzado es muy importante para evitar roces o lesiones en la piel. Las costuras deben estar bien acabadas. 
Se vigilarán los refuerzos de la puntera, las cordoneras, las tiras de las sandalias etc para que no coincidan con una articulación o prominencia osea del pie.


OTRAS COSAS

La semana que viene probablemente intervendremos un Hallux Valgus (juanetes), así que procuraré documentarlo todo muy bien y fotografiar todo el proceso para poder mostrároslo detalladamente.
Un saludo a todos!

miércoles, 29 de mayo de 2013

Los 101 de Ronda.Tiempo de correr pero bien.

La semana pasada traté a una paciente que venía de terminar los 101 Km de Ronda. Mi admiración por ser capaz de terminar semejante desafío. Mucho mayor si tenemos en cuenta como traía los pies de ampollas... pobrecita.

La verdad es que cada vez que trato a algún participante de ésta prueba, no puedo evitar que se me dibuje en la cara una sonrisilla y recuerdo las veces que yo mismo he sido voluntario en la misma, dando asistencia podológica a numerosos corredores/as, los cuales en la mayoría de los casos iban ya pidiendo "las mulillas" si hacemos un símil taurino. Recuerdo esas noches interminables pegados al cortado de Ronda, el estar todo el día "aburrido" en el cuartel hasta que por arte de magia aquello parecía el metro de Tokio en hora punta, teniendo que atender a corredores tumbados en mesas o en el suelo porque las camillas no daban a basto. En fin, locuras de juventud... Aunque no descarto volver algún año, la verdad es que me encanta ese ambiente "de trinchera" nunca mejor dicho. 



Por ello me surgió una reflexión relacionada con esto de correr. Llega el buen tiempo, o eso queremos creer, y como es costumbre, a muchos nos da por hacer algo de deporte. Desde hace unos años se esta poniendo  muy de moda el salir a correr, o como lo llaman ahora el "running", que es lo mismo pero mas "cool". Vamos, calzarse las zapatillas y a trotar!!

Y ésto nos lleva a ciertos problemas para los que no somos habituales en éstas lides. Problemas que pueden tener una sencilla solución con una correcta preparación, no sólo física, y sabiendo bien lo que hacemos. Es hora de desterrar algunos mitos y de aclarar un poco algunos conceptos para que nuestros pies no sufran demasiado si decidimos salir a la calle y hacer kilómetros, muchos o pocos.




1x1.trans Cómo tratar las lesiones cutáneas del pie: ampollas y uñas encarnadas
A lo largo de un 10K tus pies impactan contra el suelo unas 12.000 veces, y hasta 50.000 veces en un maratón, lo que se traduce en unas cuantas toneladas de peso que han tenido que aguantar tus pobres pies. Por eso, no es de extrañar que alguna vez surja algún tipo de problema cutáneo en los mismos.
¿Sabes cuál es la lesión cutánea del pie más habitual? Seguro que ya la has padecido, se trata de las ampollas, aquellas que afectan directamente a la piel de tus pies y que, si bien no llegan a ser peligrosas, te pueden incapacitar durante una carrera u obligarte a parar por unos días.
Pocos son los que consiguen escapar, tras una larga temporada de entrenamiento, a las ampollas, uñeros, durezas, uñas encarnadas o rozaduras. Obviamente, como en la mayoría de las lesiones, aparecen sin previo aviso, aunque las cutáneas son consideradas como las más banales y fáciles de curar.
Debes saber que hay dos factores que incrementan el riesgo de su aparición: la sudoración asociada al calor y el aumento de la permeabilidad de la piel asociada a la humedad. Te describimos cómo tratar las principales lesiones cutáneas (ampollas y uñas encarnadas).

AMPOLLAS

La ampolla es, básicamente, una quemadura provocada por un exceso de fricción entre dos capas de piel (dermis y epidermis).
Esta lesión es el resultado de los dos factores de los que hablábamos anteriormente (calor y humedad) junto con el rozamiento excesivo. La mayoría de las ampollas nacen en el antepié (parte delantera del pie) y, en todos los casos, nunca hay que dejar que las ampollas se rompan por sí mismas.
Una buena forma de tratarlas es limpiándolas con agua y jabón previamente, antes de proceder, con una aguja esterilizada, a pincharla para extraerle todo el líquido acumulado. Una vez esté drenada, coloca un apósito que actúe como desinfectante, pero nunca dejar un hilo atravesando la ampolla. Es un error muy extendido entre los corredores y puede dar lugar a infecciones superficiales y otras complicaciones.

UÑAS ENCARNADAS

Representan la segunda causa de lesión cutánea más común en los corredores, además de ser la más peligrosa porque podría llegar a complicarse tanto que se deba operar el pie.
Esta lesión se trata de un proceso inflamatorio que, en muchas ocasiones, da lugar al enrojecimiento de la zona, y que consiste en que la lámina ungueal penetra en las partes blandas del dedo provocando sensibilidad en los casos más leves e inflamación con presencia de infección en los más graves. Suele producirse por la presión que ejerce el calzado al caminar o correr.
El mejor tratamiento posible es su prevención, para ello es primordial cortarse las uñas de los pies en su justa medida, ni muy cortas (las uñas crecen en direcciones opuestas), ni muy largas (las uñas rozan con la zapatillas durante los descensos).

CONSEJOS ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE LA CARRERA

  • Antes: una semana antes de la carrera, hidrata la piel a través de lociones con urea si tienes la piel seca. Córtate las uñas en recto, y si sudas mucho, aplica polvos de talco entre el pie y el calcetín.
  • Durante: utiliza los calcetines y zapatillas con los que entrenes habitualmente (no estrenes nada el día de la carrera). Usa calcetines con tecnología Coolmax y aplícate apósitos hidrocoloides tipo Compeed en las zonas de roce (según tu experiencia), pero hazlo siempre antes de empezar a correr, no cuando ya han aparecido las ampollas.
  • Después: sumerge el pie en agua fría durante algunos minutos y, ¿por qué no?, cálzate las chanclas para que el pie vuelva a respirar.

jueves, 16 de mayo de 2013

¿Crecen los pies un número durante el embarazo?


Interesante artículo aparecido en El País y del que nos hacemos eco. Muchas mujeres entenderán ahora mejor el por qué del dolor de pies durante el embarazo.

¿Crecen los pies un número durante el embarazo?

La relaxina y el aumento de peso alargan el pie hasta un número más de calzado. A veces, el cambio es permanente.



Los pies no solo se hinchan durante el embarazo. También crecen a lo largo. Una sospecha que tenían millones de mujeres en el orbe y que recientemente ha corroborado un estudio de la Universidad de Iowa publicado en la prestigiosa revista American Journal of Physical Medicine & Rehabilitation. Dirigidos por el Dr. Neil Segal, un grupo de expertos en ortopedia y rehabilitación observaron a 49 mujeres desde el primer trimestre del embarazo hasta las 19 semanas siguientes al parto. Las conclusiones fueron que a cerca del 70% les crecía el pie durante la gestación (a lo largo y a lo ancho) y que cinco meses después del parto ese aumento de talla no había remitido. Más aún, pusieron cifras a ese crecimiento: entre 2 y 10 mm, o, lo que es lo mismo, entre medio número y un número más de pie.
La explicación hay que buscarla en la relajación del arco del pie por efecto de la relaxina (esa hormona que permitirá que en el parto la pelvis se abra para dejar salir al bebé) y el propio aumento de peso. Dos factores que ocasionan que el pie se haga más plano y más largo. El estudio también señala que este crecimiento permanente es más evidente en mujeres que esperan a su primer hijo, ya que en los siguientes embarazos como el pie ya ha crecido no suele hacerlo aún más. Apuntan, además, que estos cambios permanentes elevan el riesgo femenino de padecer artritis y otros problemas músculo-esqueléticos en el futuro.

No es la primera vez que los podólogos estudian los efectos del embarazo en los pies. En 2010 Jane Andersen llegaba a conclusiones similares si bien ella afirma que el pie puede seguir creciendo en posteriores embarazos, siempre que quede arco por bajar hasta que el pie quede completamente plano. Su recomendación para evitarlo, en la medida de lo posible, era no caminar descalza durante el embarazo para no forzar el arco plantar. Y como tampoco es cuestión de torturarse ante lo inevitable, pedirle al zapatero que dé un poco de sí los zapatos favoritos de la paciente.
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Durante el embarazo de Harper Seven, Victoria Beckham desafió a su médico y no dudó en subirse a uno taconazos.

Pero el embarazo también puede abrir la puerta a lesiones en el pie. La Dra. Alona Kashanian, especialista en medicina deportiva, señala que las embarazadas que realizan ejercicio físico de un cierto nivel tienen más papeletas para sufrir fascitis plantar. Y, como en estado de buena esperanza la mayor parte de los medicamentos están prohibidos, toca atajar dolor e inflamación con hielo y productos de homeopatía y medicina natural como árnica, caléndula…

Hasta aquí la teoría. ¿Y si eres una celebrity acostumbrada a mirar al mundo desde lo alto de 12 centímetros de tacón? Pues que tenemos un dilema de dimensiones épicas. Ahí está Victoria Beckham, a quien diagnosticaron una hernia de disco tras dar a luz a su hija Harper Seven y que desafió a cuanto médico se le puso por delante subiéndose a los tacones al poco de ser madre por cuarta vez. Por no hablar de la otra princesa de Inglaterra, vamos, la de verdad, Kate Middleton, que tiene a sus compatriotas en un ay por seguir usando taconazos. Y, tratándose de la portadora del heredero a la real corona británica, algunos facultativos no se andan con tonterías. “Durante el embarazo se modifica el centro de gravedad. Una caída puede dañar a la madre y también al bebé”, aseveraba a ABC News el cirujano del pie Beverly Hills Stanley Orwasher.
Porque caerse a bordo de unos stilettos es bastante frecuente. Les sucede hasta a las virtuosas del tacón como Sarah Jessica Parker. Más de diez años caminando dieciocho horas seguidas sobre taconazos ideales y, al final, pasó lo que a otras les pasaría bastante antes: una torcedura de tobillo. Sucedió durante el rodaje de I Don’t Know How She Does It y al ir al médico se encontró con la prohibición, por motivos de salud, de volverse a encaramar a unos salones escarpados. “Tu pie hace cosas que no debería poder hacer. Ese hueso… tú has creado ese hueso”, le reprendió el médico al ver sus juanetes, según confesaba recientemente la actriz a Net-à-Porter Magazine. Eso sí, en un arrebato de yo-soy-Carrie-Bradshaw culpa a los zapatos baratos del vestuario de esa película como responsables de su accidente por tener resbaladizas suelas de plástico y no agradables suelas de piel. Al parecer con unos Manolos tal desastre no le hubiera sucedido. Pero como en estos casos no hay vuelta atrás, la actriz asume su derrota y se deja ver por las calles de Nueva York calzando unas sandalias Swedish Hasbeens de poco tacón y calcetines.
Kate
La prensa británica cuestiona si Kate Middleton debería llevar tacones durante su embarazo

jueves, 9 de mayo de 2013

Correr descalzo, ¿es bueno o Malo?


Interesante artículo de José Antonio Guarnido ( Centro de Podología Aquiles)sobre si es bueno o no correr descalzo.

Personalmente coincido con él en casi todo, creo que es una moda y como todas las modas será algo pasajero, pero por el camino dejará un rastro de lesiones y afecciones autoprovocadas en numerosos corredores, que, bien por querer mejorar una marca, o bien por probar algo nuevo, no se dan cuenta de que el asfalto no es un terreno adecuado a nuestra piel desnuda.


Leédlo y a ver que opinais:



¿Es sano correr descalzo?


1x1.trans ¿Es sano correr descalzo?
A la hora de hacer un estudio este tema es complicado desde el punto de vista sanitario, ya que hay muchas variables, tanto a favor como en contra. Además es un tema comparable al fútbol  ya que el integrismo existente entre partidarios y detractores no admite una visión más realista, equilibrada y comedida de lo que supone a un individuo iniciar esta delicada experiencia.
Pero, ¿es o no es aconsejable correr descalzo? Pues la respuesta es contundente: “depende”. Si nos vamos al África profunda, a algunas regiones más aisladas de Centroamérica o de Asia, podemos encontrar multitud de personas andando, corriendo y haciendo vida normal descalzos y no les pasa nada. Claro está, estas gentes en general son de estratos sociales desgraciadamente muy deprimidos y las criaturas subsisten con un dólar diario (o incluso menos) por lo que el calzado es la menor de sus preocupaciones.
Si nos vamos a los orígenes de la humanidad, es evidente que caminar sobre piedras cortantes, hielo o nieve no era agradable, por lo que los primeros zapatos eran pieles a modo de protección. Posteriormente, las civilizaciones vieron en el calzado un aliado a la hora de mejorar su calidad de vida: un trozo de piel dura y unas cuerdas eran suficientes para evitar heridas y subsiguientes infecciones en una época donde tener una herida era algo serio para la integridad del individuo. Gracias al calzado, entre otros elementos, colonizamos lugares tan dispares como montañas, el Polo Norte, playas, áreas volcánicas, etc. Fue el gran aliado junto a la ropa, por supuesto, y los pequeños avances en medicina natural para la expansión y longevidad del hombre.
El pie está diseñado para correr descalzo; su articulación subastragalina absorbe los impactos como el amortiguador en el coche, el sistema de articulaciones y ligamentos dispersan y dirigen la carga durante la marcha. Nos encontramos probablemente ante la mayor máquina de ingeniería que se ha diseñado, pero hasta este logro tiene sus límites, tanto generales como individuales. El pie está diseñado para estar descalzo pero sus tejidos no están preparados para materiales tales como el asfalto, cristales, montañas de pizarra. Si el asfalto digiere literalmente el caucho de los neumáticos, ¿qué no puede hacer con una sencilla y practica dermis?
Cuando la gente me dice “Abebe Bikila corría descalzo”, yo les contesto que tenía un pie casi ideal y presentaba una capa de un dedo de piel, grasa y tejido fibroso como consecuencia de la ausencia de un calzado durante 20 años de su vida. Su organismo se adaptó en una superficie natural de caminos de tierra y piedra desde que era un bebé. Bikila se calzó por primera vez unos zapatos en el ejército con casi 20 años de edad y esto es extrapolable a centenares de millones de criaturas, la adaptación.
Si ahora cogemos a un grupo de individuos jóvenes de entre 15 y 35 años, gente que ha estado calzada desde su nacimiento hasta el momento que deciden correr descalzos, nos saltamos esa adaptación. El cuerpo tiende a economizar, esto es, si le administras vitaminas continuamente se vuelve “vago” y no las sintetiza o no las asimila como debería; si lo calzas, entonces no hay necesidad de tejido graso en el adulto, de tejido fibroso y no hay necesidad de piel hiperqueratósica, por lo que el pie está desprotegido ante las agresiones externas. Aún así, esto le pasa a la mayor parte de los individuos, no a todos.
Es esa falta de adaptación la que provoca en los individuos que acuden a mi consulta dolencias tales como talalgias, quemaduras, objetos clavados, infecciones, fascitis plantar, necrosis avascular de zonas metatarsales tales como sesamoideos y segunda cabeza metatarsal, y a eso hay que añadirle un largo etcétera. El pie descalzo en el siglo XXI tiene que hacer frente a elementos que hasta no hace muchos años eran inexistentes, como por ejemplo el abrasivo alquitrán de las carreteras. No se diseñó para hacer frente a esas variables propias de la industrialización.

¿CÓMO NACIÓ ESTA NUEVA TENDENCIA?

Le pregunté a un paciente mío que corría descalzo que por qué lo hacía, y la respuesta fue inquietante. Se lo pregunté a más y todos dijeron lo mismo: “por culpa de las lesiones”. Muchos de ellos, después de lesiones tan sencillas de tratar como lesiones de gemelo y soleo, fascitis o problemas en bíceps femoral, aburridos de gastarse el dinero en médicos y fisioterapeutas, acabaron probando esta opción. Llamativo, ¿verdad? Desde un punto de vista puramente sanitario, estos pacientes corren descalzos para “evitar el dolor”, y mientras tanto se arriesgan (repito, no en todos los casos pero si en un número lo suficientemente significativo como para valorarlo) a otras lesiones de dispares naturalezas. Y claro, algo así te hace pensar. Si alguien que jamás ha corrido descalzo, que no sabe cómo es el tacto del asfalto, de piedras, el tacto del frío o del calor, si alguien que es pronador serio se arriesga a no tener una mínima contención de la pronación y evitar así un valgo de rodilla y la consiguiente lesión de ligamento y meniscos; si alguien así, o con un pie cavo, con predisposición a fascitis, dolor gemelar, lipodistrofia… si alguien así se arriesga, es porque tiene que estar realmente desesperado.
Y luego tenemos otro grupo de gente a los que yo les llamo “los nudistas del asfalto”, con todo el respeto y cariño del mundo, por supuesto. Hay gente que le gusta esa opción, escucharon hablar de ella y tiene sentido “el pie se diseñó para correr descalzo”, y lo aplican tal cual. Y un grupo de ellos tiene un pie ideal, un pie con pronación fisiológica, con grasa generosa, corren y se sienten bien, y es totalmente razonable y respetable. Pero claro, la adaptación, no es de un año, ni de dos, ni siquiera de tres. Es de un lustro en nosotros, europeos acomodados que llevamos siglos con calzado, que el pie ha evolucionado, los dedos se han acortado,  la grasa se ha reducido y la musculatura intrínseca del pie se ha debilitado; hemos evolucionado.

ENTONCES ¿ES BUENO CORRER DESCALZO?

Es natural, es biológico, es correctamente plausible, pero incorrectamente práctico extrapolable, no a unos pocos, sino a una inmensa mayoría sin la correcta adaptación. No consiste en meter miedo a la población, consiste en educar y dar todas las posibilidades para ser consciente de la realidad, la parte buena y la mala de esta técnica. Hay pacientes míos a los que no les va mal y vienen a mi clínica por otros motivos, aunque también es cierto que sus marcas son para pasar el rato y disfrutar de la carrera. Desafortunadamente, en la mayor parte de los casos, no termina bien y ves cosas serias, muy serias. Pero, repito, a muchos les va bien, se sienten libres y algunas lesiones desaparecen por fin, están contentos y eso hay que valorarlo también, faltaría más.
He leído mucho a favor de correr descalzo últimamente y en todo lo que se dice es verdad, pero una verdad a medias, y eso podría entenderse como mentira según cómo lo mires. Por lo que cuando uno habla de ciertas modas y tendencias, porque es una moda en auge (en Europa y Norteamérica) que no lleva más de 5 ó 10 años, tenemos que tener en cuenta que este tiempo no es nada si lo comparamos al tiempo que llevamos usando calzado en Europa. Así que cuando uno habla de esta nueva tendencia, lo más normal sería decir también las contraindicaciones, porque en la vida no todo es negro o blanco. Es en el término medio, en la correcta adaptación y en la información bien documentada, donde encontraremos el equilibro.
Informaos si en vuestro caso es aconsejable experimentar esta actividad. Si tenéis las armas adecuadas, adelante, si no, sed consecuentes. Quizá al principio todo vaya bien pero, con los años, probablemente desarrolléis dolencias que de forma contraria no las tendríais. Disfrutad de los placeres de la vida con inteligencia, cuidado y sentido común y nunca con excesos ni extremos. Y nunca olvidéis que “hasta la mente más brillante está desprotegida del poder de las modas”.
En otra ocasión hablaremos de todo lo contrario, las lesiones tan serias que provocan las zapatillas deportivas actuales, del enorme marketing que hay detrás y valoraremos hasta qué punto son sanas y volveremos a pensar todos juntos.

viernes, 12 de abril de 2013

¿Pronador, supinador o neutro? Que no te tomen el pelo!!!

Desde hace un tiempo todo el mundo corre, y parece que últimamente esta de moda eso de ser pronador o supinador. Antes se era del Madrid o del Barça, pero los tiempos cambian...

Como norma general, tomaremos la siguiente imagen para orientarnos espacialmente acerca de lo que estamos tratando:


En algunos establecimientos orientados exclusivamente a ganar dinerito, nos harán comprobaciones tan científicas como la que podemos ver debajo, en la que el mismo modelo tiene los tres tipos de pisada. ¿Curioso no? Y si hubiera 7 tipos, pues los 7 tendría, mientras le pueda vender unas zapatillas de 150€ todo vale. ¿Todo? (por cierto, este supuesto test doblando las rodillas es manifiestamente falso, que no te tomen el pelo!!!)


Por suerte aún quedan establecimientos en los que consideran que lo importante es tratar bien al cliente, no apoderarse de su cartera, como nuestros amigos de http://trinitytriatlon.com que nos hacen una exposición muy clara del tema. Muchas gracias a Vicky.




!!Hola otra vez!!


Como lo prometido es deuda y de momento me dejan escribir aquí…je je je voy a hablaros un poco más ampliamente de las zapatillas de running:
-¿Cuáles son las adecuadas para mí?
-   ¿ Prono,supino,neutro?
-   Con estas me duele el pie….
-  ¿Para competir me tengo que comprar unas supervoladoras?
-  ¿Minimalistas?
Estas son preguntas o pensamientos que todos tenemos alguna vez en nuestra vida de runner.
Empezaré respondiendo a las dos primeras preguntas:
 Últimamente he estado recibiendo muchos mensajes y correos de corredores preguntándome:
 -¿Oye? ¿En esa tienda hacéis estudio de la pisada?
-Si te llevo unas zapatillas viejas me puedes decir si prono o supino es que no sé lo que soy…

Parece ser que ahora tenemos que describirnos así, alto, moreno supinador… !!Por favor !!


En primer lugar, tengo que decir que los profesionales de las zapatillas, entre los que nos incluimos, con vuestro permiso, no debemos hacer intrusismo profesional ni inmiscuirnos en un campo que no es el nuestro. El estudio ergonométrico de la pisada lo deben hacer únicamente los profesionales cualificados para ello, es decir los PODÓLOGOS.
Que alguien te grabe en una cámara mientras corres o te miren una zapatilla vieja para saber por que lado la gastas más, solo te informará de tu pisada, nada más, os pongo un ejemplo:
Cuando te sale una erupción en la piel cualquiera te puede decir que la tienes enrojecida pero no cual es la causa. Pues con la pisada es igual yo misma te puedo decir si tienes una pisada pronadora o supinadora pero no cual es la causa, sobre todo cuando eso desencadena en un problema biomecánico, en una  lesión o viceversa, a veces también una lesión provoca un cambio postural y por tanto una variación de la pisada. He ahí cuando es recomendable hacerse unas plantillas en un buen podólogo.
Parece ser que la “raza” de los neutros es la mejor….jejeje ¿Por qué? Si llevas 20, 30 o 40 años corriendo de la misma forma y no has tenido nunca  ningún problema,
!! No tienes que cambiar nada!! Ni acudir a un podólogo, simplemente tienes que comprar unas zapatillas adecuadas a tus características antropométricas, al terreno por el que entrenas, al volumen de km que haces a la semana y por supuesto retirarlas al finalizar su vida útil, que dependiendo de sus características podrán ser a los 300, 500 u 800 km.
No quiero que me entendáis mal…
SÍ, es cierto que existen los 3 tipos de pisada supinadora, pronadora y neutra pero en realidad…..
Os voy a contar un secreto shhhhhhhhhh no se lo digais a nadie…..
Todos pronamos cuando aparece la fatiga, ¿por qué?  Pues porque es inevitable, cuando aparece la fatiga, bajamos en centro de gravedad, flexionamos las rodillas y caen ligeramente hacia dentro y entonces....

!!! Zas!!!

Empezamos a pronar, esto es más claro en las mujeres, como norma general,  por causas puramente hormonales.
Las mujeres tenemos menos masa muscular eso hace que la posición erguida que debemos llevar cuando corremos la mantengamos menos tiempo, unido a que nuestras caderas son más anchas y penduleamos más al correr, aunque tengamos pisada neutra, siempre pronamos.
Si os fijáis las mujeres solemos tener las piernas con la forma de reloj de arena es decir…. las rodillas un poco metidas hacia dentro… eso, inevitablemente, hace que pronemos cuando vamos cansadas.
Otra cuestión…  ¿Habéis pensado alguna vez que una persona puede tener pisada neutra en un pie y pronadora en otro… o pronadora en un pie y supinadora en otro?
¿Qué haríais entonces compraros una zapa de cada?  Jejejejeje evidentemente no.
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Os voy a contar mi historia para que lo entendáis. Yo tengo la pisada neutra, neutra…vamos NEUTRA CON MAYUSCULAS tengo repartido el peso de mi cuerpo exactamente igual sobre cada pierna, mi pisada es de libro…en cambio cuando empecé a entrenar un poco más en serio hace ya 4 años y aumenté el volumen de kms tenía muchísimas molestias en el tendón de Aquiles del pie derecho…
Después de muchas idas y venidas me fui a un buen podólogo y me dijo que pronaba muchísimo con el pie derecho…  ¿¿¿Cómo???
Pues si…y sabéis , ¿por qué? Pues porque tengo la cadera  derecha rotada ligeramnte hacia delante y como no hacia ningún trabajo abdominal ni lumbar mi psoas tiraba de abductor, el abductor del isquio, el isquio del gemelo… bueno toda una reacción en cadena que hacia que mi cuerpo se defendiera de esa forma y tuviera tantas molestias en el tendón…. a eso es a lo que voy …. por mucho que alguien te pueda decir si pronas o supinas solo los profesionales te dicen la causa: si es porque tienes la cadera rotada o una ligera escoliosis  o una tendinitis en el sacroíliaco etc, etc.
Yo me hice unas plantillas por prescripción de mi podólogo que me ayudaron a descargar la tensión de esa pierna, podía entrenar y mientras… estuve trabajando la zona abdominal y lumbar estuve un año con ellas y ahora no las necesito. 
La experiencia hace que cada uno se vaya conociendo a sí mismo, a mi la experiencia me ha demostrado que a pesar de tener la pisada neutra y el 80 % de mis zapatillas de entrenamiento  son neutras, cuando corro distancias largas por ejemplo, medias maratones, respondo mucho mejor con unas  zapatillas con control de pronación, también llamadas control de estabilidad o “guidance” en anglosajón.

En resumen:
·    Llevas caminando y corriendo toda la vida de la misma forma, si cuando empiezas a practicar running, en algún momento aparece una molestia o te lesionas piensa que es normal, tus músculos no están acostumbrados a que los sometas a ese stress…es normal tienes que dejar un tiempo para que se produzcan las adaptaciones fisiológicas e ir poco a poco, si las molestias son recurrentes o permanentes es cuando tienes que ponerte en manos de profesionales.
·    Si no te duele nada y no tienes ningún problema !!no cambies nada¡¡ Solo usa unas zapatillas adecuadas a tus características y que respondan a tus necesidades es la mejor medicina preventiva.
     En Trinity te resolveremos cualquier duda.
·    Si quieres hacerte un estudio ergonométrico de la pisada, vete a un buen podólogo…a uno en el que confíes…los buenos podólogos no son los que siempre te hacen plantillas para cobrarte los dineros, son aquellos que te dicen si las necesitas realmente o no…y en que momento, muchas veces simplemente te recomiendan un tipo de zapatillas.

Esos son los mejores profesionales.

Aunque parezca mentira… y aun a riesgo de aburriros enormemente… seguiré ampliando el tema..pero no os voy a contar todo lo que se ehhhhhhhhh
Vicky