miércoles, 10 de septiembre de 2014

Nota informativa del Colegio de Podólogos de Andalucía ante el nuevo curso escolar

“Un calzado inapropiado puede poner en peligro la salud de tu hijo”

El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía advierte
El curso escolar acaba de comenzar y ha llegado el momento de renovar el calzado de los niños. En muchas ocasiones caemos en la tentación de comprar unos zapatos que queden un poco holgados, para que “aguanten” todo el invierno, o aprovechar ese calzado del curso anterior, que está prácticamente nuevo, aunque al niño le quede un poco justo.
Ante decisiones como éstas, los podólogos andaluces recuerdan que “muchas enfermedades del pie están vinculadas al uso abusivo de calzado incorrecto. Llevar unos zapatos inadecuados en la edad escolar es una de las causas de dolores en las rodillas y de problemas que luego sufrimos de adultos y que se han desarrollado durante décadas, por posturas incorrectas debidas a zapatos inapropiados”.

“Un calzado que no permite el desarrollo físico y motor del niño- advierte el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía- puede estar poniendo en peligro su salud e incluso puede producir graves problemas que le acompañen hasta la madurez, al alterar el crecimiento del pie y favorecer la aparición de deformidades”.

Las estadísticas dicen que el pie de un niño crece una media de tres centímetros al año. Por eso es muy importante revisar este crecimiento para que el desarrollo del pie no deje secuelas al llegar a la edad adulta. “Hay que tener en cuenta que la resistencia al dolor y la fatiga de los niños en edad escolar es enorme y que sus tejidos tienen una gran elasticidad, lo que hace que muchas alteraciones existan sin causar molestias aparentes”.

RECOMENDACIONES

Si usted quiere acertar a la hora de elegir el calzado de sus hijos, el Colegio de Podólogos de Andalucía le recomienda que siga estas pautas:

1.- Debe ir con sus hijos a comprar los zapatos. Probárselos en ambos pies y hacerle andar durante unos minutos por la tienda, para que el niño compruebe si le molesta. Busque señales de irritación después de llevar el zapato. La sugerencia es comprar el calzado por la tarde o por la noche. Cuando los pies están más hinchados.

2.- Debe probarse los zapatos con los calcetines que vaya a usar normalmente. Evite los calcetines elaborados con tejidos acrílicos.

3.- Una forma sencilla de dar con la talla exacta es meter el dedo por el talón con el niño de pie. Si entra con soltura, es su talla. Tenga en cuenta que el pie debe entrar en el zapato sin necesidad de un calzador.

4.- Pase la mano por el interior del calzado. Para evitar rozaduras debe estar bien acabado, sin costuras burdas o mal dispuestas.

5.-La puntera debe ser ancha y rígida para que los dedos se puedan mover cómodamente. El peso del calzado debe ser lo más ligero posible y lo suficientemente flexible, para doblarse al caminar. Si usted no puede flexionar el calzado con las manos, el niño tampoco podrá hacerlo con unos pies inmaduros.

ADVERTENCIAS

Si usted ha seguido todas estas recomendaciones y observa un desgaste anormal del calzado consulte a su podólogo, porque puede ser el único síntoma de alteración en los pies. Tenga en cuenta que un pie normal produce un desgaste bastante uniforme de la suela.

El Colegio de Podólogos de Andalucía advierte además que muchos fabricantes de calzado colocan elementos anatómicos de serie en el calzado que supuestamente producen una función beneficiosa en el desarrollo del pie infantil. “En la mayoría de los casos son inútiles y, a veces, hasta perjudiciales, ya que el efecto que provocan puede estar contraindicado en el tipo de pie que presenta el niño”

En el caso de las niñas se desaconseja el uso de tacón alto en el calzado infantil, ni siquiera de modo ocasional. Además conviene retrasar su uso tanto como sea posible.


CALZADO DEPORTIVO

Cada vez es más frecuente que los niños utilicen de forma casi exclusiva durante el curso escolar calzado deportivo. El Colegio de Podólogos de Andalucía recuerda que uno de los problemas de este tipo de calzado es que no permite una buena transpiración del pie. La sudoración excesiva y la maceración de la piel son el terreno abonado para la aparición de infecciones, como hongos, verrugas y eccemas por alergias.

Por ello se recomienda que a la hora de comprar zapatillas de deporte se apueste por la calidad, con un diseño lo más transpirable posible. Es muy importante extremar la higiene y utilizar calcetines adecuados, de hilo o algodón, para evitar problemas cutáneos.

Como norma general, los podólogos andaluces recomiendan diversificar el calzado. No utilizar sólo un par de zapatos, sino dos o tres.

Y una última advertencia: el uso continuado de zapatillas de deporte en la adolescencia influye en que el pie se sea más ancho y musculado, especialmente en la planta, lo que puede provocar problemas en la edad adulta.