lunes, 30 de noviembre de 2020

Exostósis subungueal. Qué es y cómo se trata.

 "Doctor, tengo hongos desde hace muchos años"


Con esta frase, creo que el 100% de los podólogos hemos tenido que lidiar alguna vez en nuestra vida profesional.

Y no es que el paciente esté falto de razón, si no, que , en muchas ocasiones, el diagnóstico de presunción no es el correcto. Os sorprendería saber la cantidad de micosis diagnosticadas en atención primaria que realmente son otra cosa. Y es que si el refrán dice que no hay mal que 100 años dure, tampoco hay micosis ungueales que duren 2-3 o 10 o incluso 20 años, sin cambiar de aspecto, si colonizar otras áreas o sin "moverse" a lo largo y ancho de la uña. Simplemente porque no son onicomicosis (hongos en las uñas), sino que como digo, pueden ser otras cosas. Además, como dato muy importante, los hongos en las uñas NO DUELEN.

Y es por ello, que hoy vamos a hablar de la exostosis subungueal.

¿Qué es la exóstosis subungueal?

Muy sencillo. Vamos a tratar de descomponer el palabro (a grandes rasgos) para que os resulte más claro.

Exo --> Externo

Ostosis --> Crecimiento óseo anómalo

Siendo así, podemos definir la exóstosis subungueal como aquel crecimiento anómalo del hueso que hay situado bajo la uña (en este caso la falange distal).

¿Dónde se produce? 

Pues podemos afirmar que en el 90% de los casos, el dedo afectado suele ser el hallux (1er dedo), por lo que la gran estrella sería la exóstosis subungueal del 1er dedo. Clarito, ¿no? Y es aquí donde suele venir la confusión, puesto que la inmensa mayoría de las onicomicosis suelen darse también en el primer dedo, por lo que no es de extrañar que en muchos casos se confunda una patología con la otra.

¿Cómo diferenciarlas entonces?

Para un correcto diagnóstico diferencial debemos de realizar siempre una toma de muestras para un cultivo y antifungigrama, el cual nos dará el nombre y apellidos del microorganismo que nos está haciendo la puñeta en la uña, y además, el tratamiento más adecuado para éste. Tristemente, esto no se suele hacer, ni en las consultas privadas, ni mucho menos en atención primaria (van saturadísimos de trabajo nuestros colegas de la pública, es perfectamente entendible).

Por contra, la pauta habitual suele ser el empezar con un rosario de tratamientos antimicóticos, bien en laca, bien en crema (absolutamente inútil en las uñas) o por vía oral, los cuales pueden durar hasta que San Pedro baje el dedo como se suele decir, porque por si no lo habíais notado, hay cientos de dermatofitos y aunque los antimicóticos suelen ser de amplio espectro, si por lo que sea estamos tratando la uña con un producto que no mata el bicho causante, pues es como si le ponemos Tea Tree Oil, o para los no iniciados, Aceite del árbol del Té, que es como agua, pero en sucio.


Bueno, ¿pero esto qué tiene que ver con las exóstosis subungueales? Pues a priori nada, pero en mi experiencia, una buena parte de los hongos diagnosticados en las uñas son en realidad eso, exóstosis subungueales.

A ver, recapacitemos.

Tengo una infección de hongos en el dedo gordo del pie desde hace 10 años. Que no va "ni palante ni patrás", como se suele decir. Que no mejora y me he puesto decenas de productos. Que me ha deformado por completo la uña y la piel de debajo. Y que además ME DUELE.

Pues será que no son hongos...

En este caso, lo indicado, además de valorar la clínica, sería realizar una radiografía tanto lateral como dorsoplantar del dedo afectado, porque podemos encontrarnos una sorpresa, y para muestra un botón:


En ésta imagen se aprecia perfectamente el crecimiento hacia dorsal de la cortical de la falange distal. Como os digo, se trata de una paciente a la que le habían diagnosticado de hongos en su MAP, y a la que además, le han sacado 3 veces la uña, "para ver si sale mejor". Es evidente que mientras no se trate esa falange, no hay ninguna posibilidad de que esa uña mejore.

¿Y en qué consiste el tratamiento?
En estos casos es eminentemente quirúrgico. Ya podemos probar con quiropodias periódicas, ortesiología de la uña (una palabro que se está poniendo de moda y que me da auténtica grima), geles con clotrimazol, y la Virgen de Lourdes si queremos, que eso no va a mejorar.
En mi opinión, en este caso, la cirugía mínimamente invasiva está a años luz de la cirugía tradicional, puesto que con una incisión mínima de unos 3-4mm podemos acceder dorso de la falange distal y remodelarlo por completo. Y lo mejor de todo, con una molestia mínima para el paciente y sin interferir en su ritmo de vida.



Aquí vemos una imagen reciente de una de nuestras últimas intervenciones, en la que se observa la zona de entrada del bisturí, directamente a hueso.
Con el escoplo vamos despegando tejidos hasta poder rodear la lesión completamente en su zona dorsal y procedemos a fresar el hueso.
Y éste sería el resultado. Rebajamos por completo la lesión para evitar la presión contra la uña y el dolor desaparece como por arte de magia, pero no es magia no, es un trabajo sencillo y muy satisfactorio.

Y esto es todo por ahora. Como veis, no son hongos todo lo que reluce, jejeje. Sim plemente hay que pararse a pensar e ir descartando opciones, porque si algo anda como un pato, nada como un pato, y suena como un pato, es que a lo mejor es un pato (o una pata, jijiji).

Saludos y hasta pronto!






viernes, 13 de noviembre de 2020

Volvemos a la carga. Operación de juanetes mediante Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie.

Parafraseando a Fray Luis de León, si me lo permiten, y si los historiadores no nos contradicen, la tradición pone en sus labios la frase «decíamos ayer» («Dicebamus hesterna die») al retornar su cátedra. Pero realmente hasta el siglo XVIII no se menciona que lo dijera, y que ni siquiera volvió a la misma cátedra, en ese momento ocupada por otro profesor. Aparte de que pasaron varios meses hasta que la justicia aclaró qué estudios y qué aula debía asumir.

Pero nos viene de perlas para volver a escribir en este medio que había abandonado hace años y del que aún, hoy día, no se si saldrá algo bueno o no.

Durante el tiempo de mi ausencia en el blog, a todos nos han sucedido innumerables cosas, tanto buenas como malas, aunque éstas últimas las tengamos muy presentes y emborrones nuestra actualidad día si, día también.

Pero no por ello vamos a perder la esperanza, la fe y las ganas de mejorar día a día y de dar a nuestros pacientes la mejor atención posible.

Es por ello, que hoy vuelvo a escribiros para compartir con todo el que me quiera leer, un proceso quirúrgico que llevamos a cabo en el día de ayer, y del cual hablaremos más en profundidad.


Para quien no me conozca, soy José Mª del Pino, Podólogo, Experto en Cirugía de Pie y Tobillo por la UCLM y Máster en Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie por la UCV.

Y en éste último punto vamos a detenernos. ¿Qué es la Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie? ¿Para qué sirve? ¿En qué se diferencia de la cirugía "abierta" tradicional?

Vamos a ello.

La Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie es un conjunto de técnicas regladas, estandarizadas y perfeccionadas durante los últimos años por podiatras estadounidenses y por Podólogos españoles, las cuales sirven para devolver al pie o a cualquiera de sus segmentos, la funcionalidad perdida o eliminar el dolor. Por ello, cirugías como la de juanetes (hallux valgus), dedos en garra, exóstosis, helomas interdigitales o dorsales (los famosos ojos de gallo, nombre horrendo donde los haya), etc. pueden tratarse de forma plenamente satisfactoria mediante las técnicas mínimamente invasivas, con un ahorro de tiempo de recuperación para el paciente y una sensible disminución del dolor postoperatorio.

Por tanto, como digo, cualquier patología quirúrgica del pie es susceptible de ser tratada mediante Cirugía Mínimamente Invasiva. Desde lo más simple hasta lo más complejo. Todo dependerá de la destreza del cirujano y de sus conocimientos, como en cualquier otro ámbito sanitario.

Pero la gran ventaja a mi parecer, frente a la cirugía tradicional, radica en el postoperatorio. En la cirugía abierta, es importante mantener una buena descarga del pie (casi siempre), más a ún si se colocan elementos de osteosíntesis (tornillos, agujas, etc...), hasta que el hueso consolide en la posición deseada. Hablamos de 4-6 semanas de media.

En la Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie, la carga inmediata es no sólo posible, si no necesaria, puesto que esta carga ayuda a compactar los segmentos osteotomizados y a posicionarlos en la nueva forma que queremos que funcionen. Es por ello que no se emplean elementos de osteosíntesis tradicionales (salvo excepciones), sino que el propio vendaje externo con coloca "cada cosa en su sitio". Además, los Podólogos españoles se han especializado en realizar éstos procesos de forma intracapsular, por lo que las estructuras adyacentes a la propia articulación (cápsula, ligamentos, tendones, ect...) sirven de anclaje y aportan estabilidad, reduciendo además las posibles complicaciones postquirúrgicas como la migración de alguno de los segmentos, rotaciones o traslaciones excesivas, etc...

¿Y qué hay de la cirugía percutánea? Pues realmente hablamos de lo mismo. A principios de los 80, algunos Podólogos españoles acudieron a EEUU a formarse con el maestro de la Cirugía Mínimamente Invasiva del Pie, el Dr. Stephen Isham. Fuero ellos quienes introdujeron éstas técnicas en Europa. Posteriormente, nuestros compañeros traumatólogos hicieron el mismo recorrido, y entre ellos se popularizó el término de "cirugía percutánea", bastante acertado a mi parecer. En definitiva, dos formas de llamar a lo mismo.

Bien, ¿y entonces la cirugía láser? Pues la cirugía láser es ni más ni menos que una milonga. No existe la cirugía láser en el pie, no al menos a nivel osteoarticular. El láser se emplea en otro tipo de procesos, básicamente en piel, y de los cuales hablaremos otro día. Pero nunca en cirugía osteoarticular. Que no os engañen.

Y ya dejo de dar la brasa y paso a presentaros nuestro último caso, de ayer mismo. Se trata de un paciente, varón, 35 años, cocinero de profesión, y con juanete en el pie izquierdo desde hace añlos, que le hacía la vida imposible.







Como veis, un pie plano bastante majo, causa/consecuencia bastante frecuente y que tendrá su tratamiento en un futuro.

Nuestro plan de tratamiento consistió en realizar varias osteotomías, además de liberar partes blandas para poder reposicionar la 1ª AMTF y eliminar así el molesto juanete. En las radiografías preoperatorias, vemos el nivel de deformidad real del pie.


De hecho, el derecho tampoco está para tirar cohetes, pero como siempre digo, lo que funciona no se toca, y en éste caso no tiene ningún tipo de molestias en ese pie, por lo que las plantillas irán ahí encaminadas a controlar el retropié y proteger y ayudar a la propulsión del antepie.

Decidido el plan de trabajo, ya solo quedaba ponernos manos a la obra!

Para ello, procedimos a realizar una osteotripsia del bunion dorsomedial. Posteriormente, la osteotomía Reverdin-Isham completa para conseguir una traslación lateral de la cabeza de metatarsiano. Al ser un paciente joven y sano, el hueso era realmente duro y fue complicado realizarla respetando los tiempos y revoluciones del motor para evitar la osteonecrosis térmica.


Aquí vemos el detalle de la osteotomía Reverdín-Isham completa además de la osteotomía de Akin de la falange proximal, realizada por el mismo portal que la bunionectomía (raspado del juanete).


Tras el hueso, tocaban las partes blandas, y así conseguir una correcta alineación del primer radio. Vendaje correctivo. Zapato postquirúrgico de suela dura. Y para casa.

Una técnica sencilla, si se conoce bien su manejo, con unos resultados espectaculares. Un paciente agradecido y contento, y nosotros más.


Sólo me queda agradecer a los Doctores Manuel Anguita y Pedro Chamizo su ayuda durante ésta intervención y el buen rato que pasamos siempre juntos, que es lo realmente importante a fin de cuentas.

Espero que os haya gustado.

Seguiremos en contacto!

viernes, 4 de diciembre de 2015

Verrugas plantares: El “papiloma”

Verrugas plantares: El “papiloma”

Hoy os traemos un excelente artículo del Dr. Javier del Boz González, dermatólogo, acerca de las verrugas plantares y sus alternativas de tratamiento. Espero que os guste.

Las verrugas plantares, también denominadas “verrugas víricas” (en este caso, aquellas localizadas en la planta del pie), son lesiones originadas en los pies por una infección por Virus del Papiloma Humano (VPH). El término “papiloma”, si bien es de uso muy extendido para denominar a estas lesiones, no es del todo correcto, aunque el virus que las produzca sea dicho virus, puesto que “papiloma” se considera de forma estricta una lesión verrucosa originada en la mucosa de la boca.

La infección se contrae por contagio por contacto directo (persona a persona), siendo favorecidas cuando la piel está alterada (grietas, heridas, eccemas…) y por la maceración (por humedad, sudoración intensa…) siendo por ello favorecidas por el uso de piscinas y vestuarios, aunque también parece que podría originarse por el contacto con objetos (toallas, bañeras…) en que esté el virus. En cualquier caso, el presentar verrugas plantares no implica mayor predisposición a otras infecciones.

Desde que se tiene el contacto con el virus y hasta la aparición de las verrugas pueden pasar desde pocas semanas hasta incluso más de un año.

Existen más de 100 tipos diferentes de VPH, y en cada uno hay una afinidad variable por diferentes tejidos. Los que suelen originar las verrugas plantares son sobre todo los genotipos 1, 2 y 4.

Las verrugas víricas son muy frecuentes. Así, se calcula que hasta el 30% de niños de Primaria presentan en algún momento verrugas víricas (plantares o de otras localizaciones), y se estimar que la mitad de éstas desaparecerán incluso sin tratamiento alguno tras un año, y el 93% desaparecerán espontáneamente en 5 años. En cualquier caso, actualmente no existe forma de adivinar su pronóstico, y teniendo en cuenta las posibles molestias asociadas y su contagiosidad, habitualmente se opta por realizar un tratamiento para procurar eliminarlas.

Estas lesiones suelen aparecer frecuentemente en puntos de apoyo, pueden ser únicas o múltiples, y pueden permanecer estables por años, o bien extenderse o diseminarse en pocas semanas. Cuando las verrugas se agrupan, originan lesiones más persistentes y difíciles de tratar, conocidas como “Verrugas en mosaico”, y su sintomatología asociada es muy variable; pueden no molestar en absoluto, pero en ocasiones pueden originar intenso dolor a la presión.





Respecto a los posibles tratamientos, la medicina basada en la evidencia científica existente (revisión Cochrane Library 2012) es poco concluyente, a pesar de la extraordinaria frecuencia de estas infecciones, y de la gran cantidad de métodos de tratamiento descritos. La existencia de una cantidad tan amplia de posibles tratamientos es por sí misma un indicador de que no existe un tratamiento perfecto (que consiga siempre la resolución de la verruga, con comodidad, rapidez, buen precio, y sin potenciales efectos adversos).

Según su mecanismo de acción, los tratamientos podrían dividirse en los siguientes grupos:

-Métodos ablativos/abrasivos: Crioterapia, Electrocirugía, Cirugía, láseres ablativos (CO2, erbio), aplicación de ácido tricloroacético/monocloracético/nítrico, radioterapia, complejo nítri-zinc.

-Fuentes de luz: Láser colorante pulsado, Terapia fotodinámica.

-Antimitóticos: 5-Fluororacilo, Bleomicina, Podofilotoxina, Interferon.

-Modificadores de respuesta inmune: Imiquimod, Inyecciones de antígenos, Inyecciones de vacunas, Cantaridina.

-Otros: Psicoterapia-placebos, aplicación de plantas…

Repasaremos los más habitualmente usados, y otros que parecen tener mayor interés.

Tan sólo parece evidente que la primera línea de tratamiento sería por lo general el uso de queratolíticos (sustancias que van pelando la piel, para así eliminar la verruga) sobre todo a base de ácido salicílico. El problema fundamental es que es importante llevar a cabo el tratamiento de forma correcta (siguiendo las instrucciones de uso) y constante, siendo frecuentemente preciso tratar por varios meses para obtener la curación. Si el tratamiento no se realiza adecuadamente, existe riesgo de importante irritación en la zona.

La crioterapia (aplicación de nitrógeno líquido) originándose una “quemadura por congelación” es frecuentemente aplicada por los Podólogos, si bien no está disponible en todos los centros y conlleva un cierto coste asociado, y suele conllevar dolor, ampollas, e incluso pueden originar cicatrices. Los equipos de uso domicilario tienen una pontencia menor, siendo menos efectivos. Para mi gusto, realmente no se justifica el gasto-beneficio en éste tipo de tratamientos.

La bleomicina, una quimioterápico habitualmente utilizado en diferentes tipos de cáncer (que es su indicación aprobada, usándose en dichos casos vía intravenosa), podría considerarse una posible tercera línea de tratamiento, si bien tendría una menor evidencia científica asociada (menos estudios), y aunque raros, se han descrito ocasionalmente efectos adversos como necrosis y Raynaud… Por otro lado, las infiltraciones locales son muy dolorosas, aunque algunos médicos lo aplican escarificando las verrugas e instilando la bleomicina en su superficie, con mucho mejor resultado. Respecto a la Bleomicina nuestros resultados nos dicen es un tratamiento muy correcto y que bien aplicado no es más doloroso que cualquier otro. muchos compañeros optan por emplear la DermoJet (jeringuilla de aire comprimido) que permite infiltrar en capas superficiales de la piel mediante un disparo de aire comprimido, reduciendo el dolor y sin necesidad de agujas, con todo lo que conlleva para el paciente.

El imiquimod es un inductor de la respuesta inmunitaria del paciente, mediante la producción de interferón, factor de necrosis tumoral y citocinas varias. Su uso está aprobado en verrugas por VPH (como son las verrugas plantares), pero a nivel genital (“condilomas acuminados”). Se calcula que puede inducir una respuesta completa en casi el 50% de verrugas, aunque falta por concretarse su mejor posología, duración… y si bien puede originar una cierta irritación local, e incluso síntomas gripales, probablemente su mayor limitación de uso esté en su alto precio.

La cantaridina es una sustancia vesicante (es decir, que donde se aplique, tiende a la formación de ampollas/vesículas). Si bien su uso no está aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA), lo cierto es que existen múltiples estudios que avalan dicha utilidad. Suele aplicarse en forma de gotas de colodión (sustancia parecida a un pegamento), mezclada con ácido salicílico y podofilotoxina. La aplicación en sí es indolora (al menos en el momento), aunque la reacción asociada (sobre todo al día siguiente) con irritación local e incluso formación de ampollas, sí puede ser molesta. Como ocurre con el resto de tratamientos que deben ser aplicados en consulta, posiblemente sean necesarios varios ciclos de tratamiento, y no está recomendado en la cara y zonas “sensibles”.

Otros posibles tratamientos, acompañados de evidencia científica más limitada (además de sus posibles efectos adversos asociados, limitaciones por coste, etc), serían: Uso de láser de colorante pulsado, terapia Fotodinámica, radioterapia, curetaje + electrocoagulación, inyecciones de diferentes antígenos (vacunas, candidina…), infiltración de interferón o infitración (o aplicación) de 5-fluoruracilo intralesional, uso de psicoterapia (homeopatía, curanderos…), uso de diferentes plantas naturales (ajo, “lengua de gato”…), e incluso la aplicación de film adhesivo cubriendo las verrugas.

Entre las novedades terapéuticas, se ha obtenido una excelente respuesta a la aplicación de una crema formulada de cidofovir (una antiviral de uso aprobado en retinitis en pacientes VIH+, vía intravenosa) en 35 pacientes con verrugas plantares recalcitrantes, de entre 6 y 55 años de edad, obteniéndose respuesta en 28/35 (80%), siendo la respuesta completa en 19 (54.3%) tras una media de 11 semanas de tratamiento, apreciándose como único efecto adverso la aparición de irritación local (transitoria) en 2 pacientes. La mayor limitación para el uso de este producto es que en la actualidad es “medicación extranjera” (hay que importarlo) y su muy elevado precio.

Y otra novedad es el uso de Verrutop®, un “Medical device clase I” (producto sanitario con estudios que lo respaldan), consistente en una solución tópica a base de Nitrizinc Complex®  (combinación de ácidos orgánicos, inorgánicos, zinc y sales de cobre) que es aplicado por el profesional en la consulta cada 7-15 días, con las ventajas de ser indoloro (o bien originar mínimas molestias) –por lo que no interfiere en la vida diaria del paciente-, rápido, preciso y eficaz. Los estudios que lo respaldan defienden que el 59% de las verrugas plantares desaparecen tras 1-3 aplicaciones. Su indicación aprobada es en mayores de 6 años, y no debe usarse en embarazo-lactancia, ni tampoco en lesiones faciales, ni en piel inflamada o mucosas.

Más información:
-Revisión Cochrane Library Plus (en español) sobre tratamientos locales para las verrugas cutáneas (2014):
http://www.bibliotecacochrane.com/BCPGetDocument.asp?SessionID=%209922657&DocumentID=CD001781

-Padilla España L, Del Boz J, Fernández Morano T, Arenas Villafranca J, de Troya Martín M.. Topical cidofovir for plantar warts. Dermatol Ther. 2014 Mar-Apr;27(2):89-93.

jueves, 26 de noviembre de 2015

No puedo compara anestesia como otros profesionales sanitarios. Agravios comparativos.

La cosa va de anestesias.
Visto que ayer me di cuenta de que se me va a caducar la reserva que tenía, decidí llamar a DVD Dental, donde suelo comprar a menudo, y me pasó el mismo caso que me comentó una compañera hace unos días, de que no le quisieron vender, como antes si hacían.

Dado que no quedé muy conforme, decidí enviarles por email la resolución que publicó el Ministerio de Sanidad, con fecha 2 de marzo de 2015, por la cual los laboratorios pueden vendernos directamente a los profesionales de la medicina, odontología y podología. (Resolución)

La chica que me atendió, muy amable y profesional por cierto, llamada Bárbara, me explico ya por tfno que DVD no nos vende porque ellos son depósito dental, no laboratorio, por lo que sanidad se lo prohíbe.

Asunto aclarado, decidí entonces recurrir directamente al laboratorio y resolución en mano llamé a INIBSA. Respuesta: "La scandinibsa es un medicamento de formulación dental, por lo que sólo lo vendemos a dentistas, lo siento."
Mi cara cambió en segundos del blanco al rojo pasando por una amplia gama de verdes... Si no me lo quieres vender porque te lo han prohibido los de arriba, dímelo así, pero no me trates de gilipollas... Porque tengo delante el documento que dice lo contrario.

Como no hubo manera de que se aviniera a razones, y tampoco me apetecía perder el tiempo hablando con una pared, decidí llamar a CLARBEN, laboratorio que fabrica la anestesia de DVD Dental. La chica que me atendió me soltó la misma monserga, pero ésta vez al tratar de rebatirle yo con lo de la Resolución, me comentó que en esa resolución sólo está aprobada la venta a dentistas, dado que como reza textualmente, sólo aparece el siguiente grupo:
- N01BB Anestésicos locales con indicación en anestesia dental. 

Por tanto, no tenía forma de comprar anestesia al laboratorio. Pero, ¿y si llama un médico? En ese caso me dijo la telefonista: "A excepción de que fuera un estomatólogo, tampoco se lo podríamos vender". En fin, ya no sabía si reír o llorar... "La única solución que se me ocurre es que contacte con algún dentista que conozca y que éste nos la pida". Ahora sí, era el momento de llorar.

Ésta mañana he llamado a NORMON, mas que nada por quedarme tranquilo de que había hecho todo lo posible por y para mi profesión (desde luego no como los legisladores). De momento me han dicho que el responsable estaba reunido y que me llamarían en un rato. Si queréis os digo ya la respuesta...

Una vez más somo el hermano tonto de la Sanidad. ésta mañana me he sentido humillado profesionalmente por primera vez.

Espero que el Consejo se ponga las pilas en éste asunto que no es baladí, puesto que el agravio comparativo al que estamos sometidos es mayúsculo.
Debemos comprar en la farmacia un elemento de uso profesional, al precio de venta al público, y con las restricciones de cualquier usuario, cuando es un elemento terapéutico de primer orden e indispensable en consulta.

Muchas gracias señores/as legisladores, sólo hace 10 meses que salió el listado (listado por decir algo, pq incluye una sóla línea). Desde entonces no ha habido tiempo de actualizarlo.
Váyanse todos a mamarla!!!
Disculpad por ésta última línea, pero estoy muy cabreado (y llamando a un amigo dentista por cierto).

Hasta pronto.

martes, 17 de noviembre de 2015

SINDROME DEL SENO DEL TARSO

SINDROME DEL SENO DEL TARSO
(FUENTE: Dr. Arturo Mahiques)


GENERALIDADES

*Espacio situado entre el calcáneo y el astrágalo.
*Produce molestias crónicos en el orificio externo del seno del tarso.
*Suele ser secundario a entorsis repetidas del tobillo.
*Es frecuente no encontrar ninguna lesión anatomopatológica.
*El "síndrome del seno del tarso" consistente en dolor y sensibilidad que se alivia con la inyección de un anestésico local con inestabilidad subjetiva del retropié generalmente se debe a una lesión del ligamento interóseo astragalocalcáneo (que puede estar desgarrado, bloqueando la subastragalina, inflamado de forma crónica o fibrosado) o de la articulación subastragalina.

*El antecedente de traumatismos previos insuficientemente tratados es frecuente en este tipo de lesión. 

Hay cuadros clínicos denominados síndromes del seno del tarso, que se caracterizan por la aparición de dolor en la parte lateral del pie, en el área correspondiente al seno del tarso asociado a una sensación de inestabilidad tarsiana. 

Precisamente el origen de este síndrome es habitualmente traumático aunque puede verse también en pacientes con poliartritis inflamatorias ó con deformidades severas del pie. 
El seno tarsiano es un compartimiento anatómico situado entre la cara inferior del astrágalo y la cara superior del calcáneo, por delante de la articulación subtalar posterior. Normalmente contiene tejido graso y ligamentos que contribuyen a la estabilidad lateral del tobillo y el tarso. 

Las radiografías simples son normales (Figura 2). Cuando en este síndrome se efectúa un estudio por resonancia magnética se comprueba que ese tejido adiposo está reemplazado por un tejido inflamatorio ó fibroso. Cuando la lesión avanza se aprecian entonces cambios osteoarticulares de carácter degenerativo. 

Por lo general el tratamiento al menos inicialmente es de carácter conservador, agregándose al reposo y al uso de fármacos analgésicos, infiltraciones con corticoides y anestésicos. También se recurre a la rehabilitación a través de ejercicios de refuerzo de los músculos peroneos. 

Cuando falla ese tipo de terapéuticas se llega al tratamiento quirúrgico, con técnicas que van desde la limpieza del seno a la artrodesis.

MECANISMO LESIONAL
*Generalmente es debido a rotura del ligamento interóseo, inervado por gran cantidad de fibras del nervio musculocutáneo o a una inflamación del tejido fibroadiposo muy abundante en esto región.
*Suele haber antecedente de entorsis del ligamento peroneo-astragalino, normalmente tratado con inmovilizaciones insuficientes.
*Es frecuente no encontrar ninguna lesión anatomopatológica.

EXPLORACIÓN
*Imposibilidad de deambulación rápida y carrera.
*Dolor o la palpación del borde externo del seno del tarso, por delante del maléolo peroneal.
*Sensación de inestabilidad del tobillo, el dolor aumenta con el valgo forzado anterior.
*La infiltración anestésica es diagnóstica, si desaparece el dolor de forma temporal, nos encontramos ante un síndrome del seno del tarso.
*Se debe diferenciar de la tenosinovitis o subluxación recidivante de los tendones peroneos.

TRATAMIENTO PODOLÓGICO
*Antiinflamatorios orales.
*Rehabilitación.
*Infiltraciones locales con novocaína e hidrocortisona.

TRATAMIENTO QUIRURGICO
*Vaciado del tejido fibroadiposo.
*Si se confirma una rotura del ligamento interóseo, es aconsejable realizar una tenodesis con el tendón del peroneo lateral corto.




miércoles, 2 de septiembre de 2015

¿Por qué cobramos los Podólogos?

¿Por qué cobramos los Podólogos?

Hoy solo quiero hacer unos comentarios sobre el precio de la salud. Mucha gente piensa que los servicios podológicos son caros... Muchas veces lo achacamos al hecho de que en España (hasta ahora) no pagamos nada o casi nada en los hospitales, y nos parece que cuando entramos en urgencias, nos hacen un análisis, dos radiografías, una ecografía y nos hospitalizan, es todo gratis... la gente se olvida de los que mes a mes pagamos a la seguridad social para poder seguir teniendo estos servicios "gratis", no como en otros países, donde al salir del hospital te vas con tu hermosa factura de tantos mil euros... o donde directamente no entras al hospital si no puedes garantizar que vas a poder pagar los gastos de tu atención médica. En España, simplemente, desconocemos el valor económico de una prueba diagnóstica o de una consulta de especialista.

Hace tiempo leí este artículo procedente de unos compañeros de una clínica de San Sebastián, y me pareció muy esclarecedor. Y como suscribo todo lo que los compañeros dicen en él, simplemente lo copio:

“Imaginemos que soy un podólogo que tiene una consulta con un ayudante. Muchas veces me encuentro con la incomprensión de la gente cuando quiero cobrar por el servicio prestado. Algunas personas se extrañan cuando les digo que es normal que cobre por mi trabajo, como lo hace cualquier persona honrada y parece que sólo están dispuestas a pagar el precio de los medicamentos administrados o prescritos.
Quizá, en parte, esta actitud se base en el desconocimiento de cuánto cuesta realmente el que un podólogo te reciba en su consulta y te atienda. Ojalá esta exposición sirva para que puedas valorar mejor el esfuerzo que supone que el amigo de la bata de blanco te abra las puertas de su casa.
Si fueras podólogo, ¿cuál querrías que fuese tu sueldo? Y no hablo de pretensiones desorbitadas. Pero teniendo en cuenta que es un título de grado, con unos conocimientos muy complicados de adquirir y aplicar. Y que necesita renovarlos a la vez que el conocimiento científico avanza. Creo que coincidiremos que 1800 € al mes es una cantidad respetable pero no excesiva (por 12 pagas, ya que somos autónomos).

Normalmente en casi todas las clínicas suele haber un auxiliar, que se encarga de ayudar al podólogo en las operaciones, en la preparación de los pacientes y en la preparación del material. También atiende el teléfono, lleva el control de existencias de la clínica y se encarga de que todo esté limpio. Si fueras auxiliar, ¿cuál querrías que fuese tu sueldo? Evidentemente ha de ser menor que el del podólogo, pero merece ser bien retribuido. ¿1.000€ es una cantidad justa? Parece un poco limitada, pero en principio puede ser razonable.

¿Dónde queremos que nos reciba el podólogo? ¿En la calle, dentro de un coche, en un tenderete? Nos parece adecuado que un panadero tenga su panadería, un abogado su despacho, un tendero su tienda y un podólogo su consulta. Pero hay que pagarla. Supongamos que es un local no muy grande y no muy bien situado. Pero, aún así, el alquiler o la hipoteca no suelen ser inferiores a los 1000€ al mes en esta zona. Como queremos que en su consulta el podólogo no nos tenga que recibir a la luz de las velas, hay que pagar electricidad. También el agua, teléfono, basuras,…. hay que pagarlos. Pero además el podólogo debe estar inscrito en el Colegio de Podólogos para poder ejercer. Todo esto se lleva al mes unos 200€.

¿Tiene el podólogo alguna otra obligación legal? Pues sí. Debe contribuir al sostenimiento de la Seguridad Social como cualquier hijo de vecino. La mayoría de los podólogos somos autónomos, así que aún a costa de recibir la pensión más baja posible, los podólogos cotizamos con la cuota menor existente, casi 300€ más al mes.

¿Y qué pasa con el auxiliar? Pues que el podólogo quiere que al menos el auxiliar pueda recibir el paro si el negocio no va bien y que le quede una pensión decentita. Así que le hace un contrato. Pero eso supone que el contratador (el podólogo) debe pagar a la Seguridad Social (nuevamente) otros 350€.

¿Eso es todo? Lamentablemente aún no. Resulta que queremos que el podólogo tenga sillón podológico, micromotores, material de cirugía para operar, sillas para que nos reciba, una mesa de exploración, aire acondicionado para no pasar calor en el verano, un esterilizador de material, anestesia, un ordenador donde apuntar las fichas clínicas, un aparato de rayos X,… Vamos que la clínica no sean cuatro paredes y sí una verdadera clínica podológica. Pero eso también cuesta. Pongamos que el podólogo se ha empeñado con el banco y paga todo esto en cómodos plazos de unos 1200€ al mes (eso sí, durante muchos años)

¿Ya está? Pues tampoco. Resulta que tener un equipo de rayos X exige que el podólogo tenga que abonar obligatoriamente a una empresa especializada la medición de la radiación emitida. Y a otra la gestión de los residuos generados en el proceso de revelado. Pero no son éstos los únicos residuos que deben ser retirados por empresas especializadas. También los objetos punzantes y cortantes (como agujas o bisturís) o los residuos biológicos requieren que el podólogo firme un contrato para su retirada periódica. Y aunque el podólogo no generase ningún residuo, esas empresas cobran igual. Todo esto supone un gasto mensual mínimo de 120€. Aunque pueda parecer un gasto menor, si un podólogo te manda un recordatorio postal o te manda un sms o te hace una llamada telefónica para avisarte de cuándo le tocan las visitas, eso supone un gasto medio mensual de unos 130€.


¿Hemos terminado? Pues en principio sí. Eso hace un total de 4300€ al mes. Eso es lo mínimo que tendría que ingresar una clínica al mes para sobrevivir… si no existiesen Hacienda y los impuestos. Resulta que al podólogo Hacienda le pide que en concepto de IVA pague el 21% (de un 8% que era previamente). Y en concepto de retenciones el 20%. Así que en realidad el podólogo tiene que conseguir que su pequeña clínica ingrese cada mes 6246€.

Entonces ¿cuánto cuesta realmente esa consulta de 30 minutos que he pasado? Pues vamos a considerar que el podólogo tiene vacaciones como todo el mundo y que disfruta de los días de fiesta que disfrutamos todos. Eso hace que trabajando 40 horas a la semana tener abierta la clínica cueste 1,6 € el minuto. Así que 30 minutos de consulta deberían tener un coste mínimo de 35€. Y sería así si cada minuto de trabajo de la clínica fuese de atención a los pacientes. Pero resulta que no es así. Y no lo es por muchos motivos. A veces porque no hay pacientes que atender, a veces porque habiendo pacientes en la sala de espera el podólogo está atendiendo una consulta telefónica por la que, por supuesto, no va a recibir remuneración ninguna. Otras veces porque está respondiendo esa misma consulta en la misma sala de espera a alguien que ha entrado y que “sólo quiere hacer un pregunta”. Y finalmente en otras ocasiones porque está atendiendo a los asuntos propios de mantener en marcha un negocio, cualquier negocio. Al final el podólogo con suerte puede dedicar el 75% de su tiempo a atender pacientes por los que va a recibir una remuneración. En ocasiones es sólo el 50% y muchos otros nos llegan ni al 30%. Pero si queremos que la clínica siga donde está, que podamos acceder a ese servicio que nos viene tan bien, resulta que entre todos los que hacemos uso de él debemos hacernos cargo de su coste. Así que en realidad, dependiendo del uso que hagamos de la clínica el coste de la consulta sube a entre 36€ y 42€. Y todo eso es sin sumar el gasto de material o de medicamentos que se hayan gastado en la consulta. Si el podólogo ha usado 3 jeringuillas y ha inyectado un antibiótico, un antialérgico, un analgésico o un antiinflamatorio, eso también debemos pagarlo.

¿Cuánto pagas por la consulta en tu podólogo? Si pagas de acuerdo al cálculo anterior has de saber que aún así pagas poco. ¿Por qué? Porque ese mismo podólogo que tan bien te atiende debe renovar sus conocimientos, estar al día de las novedades científicas, mejorar para ofrecerte el mejor servicio. Y eso lo hace a través de la pertenencia a asociaciones, la asistencia a cursos, congresos o charlas, la adquisición de libros y revistas,… que como podrás adivinar también tienen un coste. Coste que debemos sufragar quienes hacemos uso de sus servicios. Pero si además contamos con que si nos llevamos un medicamento o un accesorio/dispositivo el podólogo ya lo ha pagado antes al proveedor, o con que las cosas se rompen o gastan y hay que reponerlas, o con que además queremos que el podólogo nos atienda a las 3 de la tarde el día de Navidad si es que lo necesitamos, entonces nos daremos cuenta de que el coste real de la consulta es superior al que habíamos calculado anteriormente.

¿Y por qué voy a tener que pagarle yo todas estas cosas al podólogo? Es verdad, no tienes por qué hacerlo. Pero si no lo haces no tendrás acceso a una clínica bien equipada, ni a un equipo podológico bien preparado y que actualiza sus conocimientos. Quizá no tendrás tampoco urgencias o tendrás que desplazarte a otro sitio a hacer una radiografía o una ecografía o una operación. Al final quizá esa clínica tenga que cerrar. Y ya no estará el podólogo que conocía a tu hijo desde que era pequeño y que te gustaba tanto cómo lo trataba. Ya no estará la clínica que te quedaba tan cerca de casa y que te atendía como si fueses uno más de la familia. Tendrás que buscarte otro sitio donde traten a tu familia. Y tendrás que pagarlo. Sólo que esa clínica probablemente ha sobrevivido porque tenía beneficios y en una economía como la nuestra los beneficios están relacionados con los precios. Así que sí, te tocará pagar lo mismo o más. Sólo que más lejos y a alguien que no conoce a tu familia desde hace años.

¿Tu podólogo te cobra la consulta más barata? Bueno, seguro que ya intuyes el motivo. Ninguno de los proveedores le hace rebajas al podólogo. Los suministradores de electricidad, agua o teléfono tampoco hacen descuentos. Invariablemente los bancos exigen las devoluciones de créditos el primer día de cada mes. Y los empleados cobran religiosa y puntualmente lo que marca su contrato. Así, que ¿cómo es posible que tu podólogo te cobre menos de lo que debería? Ya lo sabes, ¿verdad? Tu podólogo cobra bastante menos de lo que le correspondería. Por eso, en España, la mayoría de los podólogos con suerte llegamos a ser mileuristas.

¿Y si en tu clínica hay 3 o 4 podólogos? ¿Y si se han especializado? Suma y sigue…

Piensa en ello la próxima vez que vayas al podólogo, le preguntes algo y no te cobre por ello."


Gracias a la clínica Lardy de Donostia por este magnífico artículo.

jueves, 18 de junio de 2015

¿Qué es la Fascitis Plantar? ¿Cómo se trata?

En numerosas ocasiones hemos hablado de la fascitis plantar como tal, pero hasta ahora no nos hemos detenido a explicar un poco más sobre ésta entidad tan común en nuestro día a día en consulta y que trae de cabeza a muchas personas, sean deportistas o no.

Es por ello, que creo que es el momento de explicar un poco en que consiste este padecimiento tan extendido.

La Fascia Plantar es una gruesa fascia (tejido conectivo o tejido de unión fibroso), también conocido como el ligamento arqueado; que se origina en el calcáneo y se inserta en todas las falanges proximales. Esta fascia o ligamento se extiende y contrae en cada paso.




La fascitis plantar es la condición más común de dolor en el talón. Esta condición ocurre cuando el ligamento fibroso de la fascia plantar en ese movimiento continuo de contracción y extensión a lo largo de la parte inferior del pie sufre pequeños desgarros e irritaciones en la inserción proximal de la misma, esto es, en la tuberosidad inferior del calcáneo (hueso del talón), y esto produce dolor e inflamación. Aunque en ocasiones el dolor puede empezar a desarrollarse en la pare interna del tobillo.




CAUSAS DE LA FASCITIS PLANTAR

La fascia plantar es como una goma elástica que suelta y contrae con el movimiento. También, absorbe el peso y la presión. Debido a esta función, la fascitis plantar puede ocurrir por varias razones: entre los más comunes es la sobrecarga de actividad física o ejercicio. Los atletas son particularmente propensos a la fascitis plantar y por lo general, la padecen. Otra razón es el exceso de correr, saltar, u otras actividades que pueden provocar fácilmente el esfuerzo repetitivo o excesivo del tejido y llevar a desgarros e inflamaciones, lo que provoca pasar de dolor moderado a severo. Los atletas que cambian o aumentan la dificultad de sus rutinas de ejercicios también son propensos a sufrir la fascitis plantar en su nivel severo.

Otra causa de esta enfermedad puede ser la retracción del tendón de Aquiles, o también por la mecánica del pie. Tener condiciones tales como los pies planos, hiperpronadores, o tener una alteración de la marcha (la forma en que el pie toca el suelo), el tejido fascial puede estar con exceso de trabajo o con estiramiento de forma anormal, dando lugar a los desgarros y la inflamación. Si el apoyo del pie no es correcto puede provocar una tensión anormal sobre la fascia plantar predisponiéndola a la entesitis.

Entre los factores más populares que contribuyen a la fascitis plantar es usar zapatos incorrectos. En muchos casos, los zapatos; o bien no se ajustan adecuadamente, o proporcionan un apoyo o una amortiguación inadecuada. Mientras se camina o se hace ejercicio con zapatos inadecuados, la distribución del peso es mala, y significativamente el estrés puede dañar al ligamento fascia plantar.

En resumen, la fascitis plantar es una inflamación del ligamento arqueado (entesitis), que se puede producir por microtraumatismos repetitivos o uso excesivo. Muchos atletas sufren fascitis plantar, especialmente aquellos que practican atletismo, fútbol, tenis y baloncesto.

Es más propenso a sufrir fascitis un aficionado que un profesional, tanto por el calzado como por la velocidad de la carrera, de hecho corriendo lento puede causar una inflamación aguda de la aponeurosis plantar. Los más afectados son los adultos que tienen sobrepeso y hacen deporte.


FACTORES DE RIESGO DE LA FASCITIS PLANTAR

Con tantas causas de fascitis plantar, hay muchos factores de riesgo que se debe tener en cuenta.Uno de estos factores es la actividad en los deportes y ejercicios regulares puede ejercer una tensión significativa en el talón y el tejido circundante.
Otro factor importante sería la edad, que también juega un papel. A medida que envejecemos, el tejido tiende a convertirse en más débil y más propenso a sufrir daños.
Además, de estos factores de riesgo comunes, el peso es muy importante en el daño en el talón. En los talones se absorbe gran parte de la presión del cuerpo cuando caminamos, el sobrepeso puede llevar fácilmente a los daños y fascitis plantar.
El embarazo también puede añadir algunos kilos de más. Sin embargo, los cambios hormonales en las mujeres embarazadas también pueden hacer que los ligamentos y otros tejidos se relajen y sean más flexible, lo que podría conducir a una fascitis plantar, si no se tiene cuidado.
Los que están de pie todo el día debido a su ocupación también están en riesgo.
Por último, el uso de tacones altos, botas u otros zapatos que no proporcionan el soporte adecuado en el talón y por el arco puede sufrir fácilmente una fascitis plantar con el tiempo.


SÍNTOMAS DE LA FASCITIS PLANTAR

La queja más común de la fascitis plantar es una sensación de ardor, o punzadas de dolor en el talón del pie. La mayoría de los pacientes sentirán esto por la mañana, porque el ligamento de la fascia se contrae durante la noche mientras dormimos; causando dolor al volver a estirarlo al levantarnos ya que cuando salimos de la cama y se ejerce una presión sobre el ligamento, éste se tensa y el dolor es muy agudo.

El dolor generalmente disminuye a medida que el tejido se calienta, pero fácilmente puede regresar de nuevo después de largos períodos de pie, de actividad física, o después de levantarse después de un largo período de estar sentado.

El dolor es fuerte y puede llegar a ser insoportable, se siente en el apoyo del peso o durante el movimiento de flexión dorsal del pie, es decir, llevar los dedos hacia arriba y estirar la fascia. El dolor se encuentra en la región del talón, pero en casos severos puede ir hasta los dedos del pie.

1. En la primera fase: en el comienzo del dolor, los síntomas tienden a disminuir después de unos minutos de empezar el entrenamiento los deportistas. Los adultos o personas mayores informan que los peores momentos son el despertar o después de haber estado sentado mucho tiempo, con el tiempo de haber empezado a caminar el dolor disminuye hasta desaparecer.

2. En la segunda fase: El dolor aumenta en intensidad y tarda más en bajar, necesita media hora para que se pase al levantarse de la cama o al principio del entrenamiento, por lo que empezar a caminar y el deporte se convierte cada vez más difícil.A menudo, es difícil bajar por las escaleras, ya que el pie realiza flexión dorsal extendiendo así la fascia plantar. En una posición sentada o acostada no se siente los síntomas. Hay formación de edema en el calcáneo. El dolor conduce a una postura de apoyo del pie en desequilibrio que puede causar dolor de espalda o cuello.


DIAGNÓSTICO DE LA FASCITIS PLANTAR

El profesional que lleve el caso recogería la historia del paciente, en busca de los síntomas presiona con el dedo la zona, evalúan el movimiento, la sensibilidad y también la longitud del músculo tríceps sural (pantorrilla). Luego, hay que comprobar cualquier anormalidad anatómica como los pies planos, pronación, o el varo.

En el diagnóstico diferencial se debe tener en cuenta otras condiciones que pueden dar resultados similares como son la bursitis calcánea, el atrapamiento del nervio abductor del quinto dedo, la gota (si el dolor es bilateral) y una fractura.

Las pruebas que se realizan son la radiografía para descartar fracturas, análisis para enfermedades como la gota reumática, y el electromiograma, que destaca el posible atrapamiento de un nervio. Pero las pruebas no pueden sustituir el examen clínico por el podólogo.
Señalar en éste punto los espolones calcáneos. Se trata de una entidad a la cual clásicamente se le ha dado una importancia que no tienen. Son en su mayoría asintomáticos y no provocan ningún tipo de dolor en el paciente que los tiene, es más, en la mayoría de los casos los encontramos como hallazgos radiológicos casuales cuando buscamos otra patología en una radiografía. Los espolones calcáneos NO DUELEN. Puede doler el mecanismo que los provoca (que suele ser una fascitis/fasciosis plantar), y no siempre.


TRATAMIENTO DE LA FASCITIS PLANTAR

En algunos casos,si la fascitis plantar no se trata o no se trata correctamente; un dolor leve puede convertirse en un problema crónico (fasciosis). Sufrir dolor en el pie puede modificar la forma de caminar. Estos cambios involuntarios pueden provocar tensiones en otras partes del cuerpo y causar dolor en la rodilla, dolor en la cadera y dolor de espalda, por lo que el problema debe ser tratado tan pronto como sea posible.

La fascitis plantar, como la tendinitis, debe ser abordada y atendida lo antes posible porque si se vuelve crónica puede llevar varios meses para que se cure.

El cuerpo de cada persona responde al tratamiento de la fascitis plantar de manera diferente y los tiempos de recuperación pueden variar. En primer lugar, es esencial dejar la actividad deportiva durante la fascitis plantar ya que puede agravar la situación.

Un tratamiento para la fascitis puede ser una ortesis que es un dispositivo que puede ser introducida en cualquier par de zapatos y, a menudo puede aliviar el dolor y ayudar a revertir el daño y la aparición de la fascitis plantar. Lo hacen mediante la adición de soporte para el talón y ayudar a distribuir el peso durante el movimiento. El uso de un talón de silicona para suavizar y proteger el apoyo en el suelo alivia el dolor pero no es curativo. 

Por la noche, el pie se mantiene en una posición de flexión plantar, por lo que permanecen en acortamiento la fascia plantar y el tríceps sural (pantorrilla) provocando que el paciente acuse un dolor agudo en la mañana, por esto algunos especialistas recomiendan una férula durante la noche para mantener el pie en flexión dorsal. Durante el día, debe ejecutar el estiramiento de los gemelos y el sóleo, debido a que la retracción de estos músculos es una de las causas de la inflamación.

Los procedimientos más invasivos para el tratamiento de la fascitis plantar generalmente se busca sólo después de que otros tratamientos han fallado en producir resultados favorables. Las inyecciones de corticosteroides para suministrar medicamentos en la fascia lesionada para reducir el dolor. Sin embargo, este tratamiento puede debilitar la fascia plantar y producir daños. Últimamente estamos optando por el Colágeno, con muy buenos resultados.

Además, la terapia con ondas de choque es un tratamiento donde las ondas sonoras se transmiten a través de los tejidos dañados con el fin de estimular el tejido dañado y estimular la curación. En ésta línea se encuentra la E.P.I., la cual se esta mostrando bastante útil, aunque muy dolorosa en éste padecimiento.

Por último, la cirugía es la última opción para aquellos que sufren de fascitis plantar crónica o grave. Este tipo de tratamientos los reservamos para pacientes muy concretos, en los que han fallado todas las medidas conservadoras y que no pueden realizar una vida normal debido a la intensa molestia que les provoca la fascia. Posteriormente a la cirugía, deberán de llevar plantillas de por vida, para evitar un síndrome calcáneo-cubiodeo.





PREVENIR LA FASCITIS PLANTAR

Es importante para prevenir la recurrencia, como a menudo la fascitis suele ser causada por alteraciones anatómicas: pie valgo, varo o pronación. Por ello, se recomienda una plantilla personalizada para corregir el apoyo del pie.

La prevención de la fascitis plantar es crucial. Hay muchas opciones para ayudar a prevenir la aparición de esta enfermedad, y evitar que regrese. Una de las más importantes es mantener un peso saludable para reducir la tensión en la fascia plantar.

Además, los zapatos son muy importantes, y deben ser ajustados y proporcionar una amortiguación suficiente, el apoyo en todo el talón, arco, y antepie de manera que el peso se distribuye uniformemente por todo el pie.

Trate de evitar el caminar descalzo sobre superficies duras y reemplazar los viejos zapatos antes de ponérselos, sobre todo los zapatos que utilice para correr o hacer ejercicio.


En el ejercicio, comience lentamente y facilite nuevas rutinas para evitar el estrés repentino o excesivo de los tejidos.

Por último, mantener los músculos de la pantorrilla y el tejido de sus pies estirados. Una mayor flexibilidad en los tejidos hace que sean menos susceptibles al daño.


RESUMEN DE LA FASCITIS PLANTAR

· La fascitis plantar es la inflamación de la fascia que provoca dolor en el talón y a lo largo de la planta del pie. Puede deberse a diversas causas como una sobrecarga, una retracción del tendón de aquiles o por estrés mecánico.
· La fascitis plantar es un dolor moderado o soportable que se nota sobre todo por la mañana, al poner el pie en el suelo, que evoluciona a un dolor insoportable, como quemazón.
· El Podólogo con la anamnesis, el estudio clínico y los síntomas le diagnosticara fascitis plantar.
· El tratamiento se debe hacer lo antes posible para que no se vuelva crónica. Consiste en acabar con la inflamación mediante diferentes procedimientos.